Es indudable que
la cuestión de las balanzas fiscales
se ha situado en el centro del debate político y económico desde hace algunos
años en España, debido en buena medida a la acción del nacionalismo catalán.
Sin embargo, es sorprendente constatar cómo ese mismo nacionalismo, interesado en las balanzas fiscales dentro de España, ha obviado el cálculo de las balanzas fiscales dentro de Cataluña.
El presente estudio pretende completar ese significativo hueco y cuantificar las balanzas fiscales en el interior de Cataluña, es decir, los saldos fiscales de las cuatro provincias catalanas con el propio gobierno autonómico catalán. Los resultados que se muestran corresponden al último ejercicio con información disponible, año 2013.
La estimación de los saldos fiscales se ha efectuado de acuerdo al enfoque de “carga-beneficio”, obteniéndose como conclusión principal que la provincia de Barcelona sufre un notable déficit fiscal en Cataluña mientras las restantes tres, Gerona, Lérida y Tarragona, muestran un saldo de superávit fiscal.
Concretamente, la administración catalana obtiene de Barcelona el 82.3% de sus ingresos pero destina a esta demarcación sólo el 64.9% de sus gastos, resultando, como diferencia de ambas magnitudes, un déficit fiscal en términos relativos del 17.4%.
Ello significa que de cada 100€ que los barceloneses pagan en impuestos al gobierno catalán, 21€ no les retornan sino que el ejecutivo autonómico los destina a otros territorios. Tales cifras suponen, en términos relativos, que el gobierno catalán impone a la provincia de Barcelona un déficit fiscal más elevado que el de Cataluña dentro de España.
El cálculo de los saldos fiscales de las cuatro provincias catalanas, principal objetivo del presente estudio, se complementa con una estimación de los saldos fiscales también de las comarcas catalanas.
De las cuarenta y una comarcas de Cataluña, seis tienen déficit fiscal mientras treinta y cinco presentan un resultado de superávit fiscal. Las seis comarcas catalanas que muestran un saldo fiscal deficitario están situadas geográficamente en torno a la ciudad de Barcelona. Son, en concreto, el Barcelonés, el Vallés Occidental, el Bajo Llobregat, el Maresme, el Garraf y el Vallés Oriental. En estas comarcas, los ciudadanos y empresas pagan al gobierno catalán un porcentaje de ingresos superior al de gastos recibidos.
El caso más llamativo es el del Barcelonés (la comarca que incluye a localidades tan relevantes como la misma Barcelona, Hospitalet o Badalona). Más de un tercio (34.5%) de los impuestos que pagan al gobierno catalán los ciudadanos y empresas de esta comarca, no les retornan ya que son destinados por el ejecutivo autonómico a otros territorios.
El estudio de las balanzas fiscales dentro de Cataluña pone de relieve que, como cabría esperar, el gobierno catalán ejerce una labor muy relevante de redistribución territorial y transferencia de flujos de solidaridad dentro de Cataluña, desde las zonas más industrializadas y dinámicas económicamente a las menos dinámicas, de manera similar al gobierno español dentro de España.
En este sentido, creemos desafortunado e incoherente que se califique de “expolio” o “maltrato fiscal” al trato de Cataluña dentro de España cuando el propio gobierno catalán está aplicando un trato fiscal similar o incluso más desfavorable a la provincia de Barcelona dentro de Cataluña.
Por último, apelamos al ejecutivo autonómico catalán a publicar anualmente las balanzas fiscales de las demarcaciones catalanas. No parece coherente reclamar transparencia para conocer los flujos fiscales dentro de España mientras se oculta esa misma información dentro de Cataluña.
Para más información, puede descargarse el dosier de prensa en este enlace.
Sin embargo, es sorprendente constatar cómo ese mismo nacionalismo, interesado en las balanzas fiscales dentro de España, ha obviado el cálculo de las balanzas fiscales dentro de Cataluña.
El presente estudio pretende completar ese significativo hueco y cuantificar las balanzas fiscales en el interior de Cataluña, es decir, los saldos fiscales de las cuatro provincias catalanas con el propio gobierno autonómico catalán. Los resultados que se muestran corresponden al último ejercicio con información disponible, año 2013.
La estimación de los saldos fiscales se ha efectuado de acuerdo al enfoque de “carga-beneficio”, obteniéndose como conclusión principal que la provincia de Barcelona sufre un notable déficit fiscal en Cataluña mientras las restantes tres, Gerona, Lérida y Tarragona, muestran un saldo de superávit fiscal.
Concretamente, la administración catalana obtiene de Barcelona el 82.3% de sus ingresos pero destina a esta demarcación sólo el 64.9% de sus gastos, resultando, como diferencia de ambas magnitudes, un déficit fiscal en términos relativos del 17.4%.
Ello significa que de cada 100€ que los barceloneses pagan en impuestos al gobierno catalán, 21€ no les retornan sino que el ejecutivo autonómico los destina a otros territorios. Tales cifras suponen, en términos relativos, que el gobierno catalán impone a la provincia de Barcelona un déficit fiscal más elevado que el de Cataluña dentro de España.
El cálculo de los saldos fiscales de las cuatro provincias catalanas, principal objetivo del presente estudio, se complementa con una estimación de los saldos fiscales también de las comarcas catalanas.
De las cuarenta y una comarcas de Cataluña, seis tienen déficit fiscal mientras treinta y cinco presentan un resultado de superávit fiscal. Las seis comarcas catalanas que muestran un saldo fiscal deficitario están situadas geográficamente en torno a la ciudad de Barcelona. Son, en concreto, el Barcelonés, el Vallés Occidental, el Bajo Llobregat, el Maresme, el Garraf y el Vallés Oriental. En estas comarcas, los ciudadanos y empresas pagan al gobierno catalán un porcentaje de ingresos superior al de gastos recibidos.
El caso más llamativo es el del Barcelonés (la comarca que incluye a localidades tan relevantes como la misma Barcelona, Hospitalet o Badalona). Más de un tercio (34.5%) de los impuestos que pagan al gobierno catalán los ciudadanos y empresas de esta comarca, no les retornan ya que son destinados por el ejecutivo autonómico a otros territorios.
El estudio de las balanzas fiscales dentro de Cataluña pone de relieve que, como cabría esperar, el gobierno catalán ejerce una labor muy relevante de redistribución territorial y transferencia de flujos de solidaridad dentro de Cataluña, desde las zonas más industrializadas y dinámicas económicamente a las menos dinámicas, de manera similar al gobierno español dentro de España.
En este sentido, creemos desafortunado e incoherente que se califique de “expolio” o “maltrato fiscal” al trato de Cataluña dentro de España cuando el propio gobierno catalán está aplicando un trato fiscal similar o incluso más desfavorable a la provincia de Barcelona dentro de Cataluña.
Por último, apelamos al ejecutivo autonómico catalán a publicar anualmente las balanzas fiscales de las demarcaciones catalanas. No parece coherente reclamar transparencia para conocer los flujos fiscales dentro de España mientras se oculta esa misma información dentro de Cataluña.
Para más información, puede descargarse el dosier de prensa en este enlace.