La publicación de
las balanzas fiscales dentro de Cataluña,
de acuerdo al enfoque de “carga-beneficio” para
el último ejercicio con información disponible, el
año 2012, permite constatar el significativo déficit fiscal que aplica el gobierno
catalán a la provincia de Barcelona mientras
las restantes tres demarcaciones, Gerona, Lérida y Tarragona, muestran un saldo
de superávit fiscal.
El estudio pone de relieve que, como cabría esperar, el gobierno catalán ejerce una labor muy relevante de redistribución territorial y transferencia de flujos de solidaridad dentro de Cataluña, desde las zonas más dinámicas económicamente a las menos dinámicas, de manera similar al gobierno español dentro de España.
Puede descargarse el dossier de prensa con toda la información en este enlace.
A nivel comarcal, de
las cuarenta y una comarcas de Cataluña, seis sufren déficit fiscal mientras treinta y cinco
presentan un resultado de superávit fiscal.
Las
seis comarcas catalanas que muestran un saldo fiscal deficitario están situadas
geográficamente en torno a la ciudad de Barcelona. Son, en concreto, el Barcelonés,
el Vallés
Occidental, el Bajo Llobregat, el Maresme, el Garraf y el Vallés Oriental. En estas
comarcas, los ciudadanos y empresas pagan al gobierno catalán un porcentaje de
ingresos superior al de gastos recibidos.
Así,
por ejemplo, de cada 100€ que los ciudadanos de la comarca del Barcelonés pagan
en impuestos al gobierno catalán, 32€ no retornan a la comarca ya que son
destinados por el ejecutivo catalán a otros territorios.
El estudio pone de relieve que, como cabría esperar, el gobierno catalán ejerce una labor muy relevante de redistribución territorial y transferencia de flujos de solidaridad dentro de Cataluña, desde las zonas más dinámicas económicamente a las menos dinámicas, de manera similar al gobierno español dentro de España.
Puede descargarse el dossier de prensa con toda la información en este enlace.