En la última encuesta del gobierno catalán dada a conocer el pasado viernes 13 de noviembre se constata un
importante sesgo
y falta
de imparcialidad política.
El sondeo se basó en una muestra de entrevistados que no era representativa de la sociedad catalana y, como resultado del sesgo existente, el porcentaje de apoyo a una hipotética secesión estaría sensiblemente inflado.
La encuesta se realizó con arreglo a una muestra de encuestados que infraponderaba de forma notable a votantes no nacionalistas y a castellanohablantes.
La encuesta se realizó con arreglo a una muestra de encuestados que infraponderaba de forma notable a votantes no nacionalistas y a castellanohablantes.
Así, el porcentaje de
entrevistados que votaron en las pasadas elecciones autonómicas al PP o
a C’s
es notablemente inferior al porcentaje real en la sociedad catalana. Por el
contrario, el porcentaje de entrevistados que votaron a la CUP el pasado 27S casi duplica
al que realmente votó a esta formación en Cataluña. No es extraño pues que el sondeo constatara un incremento de votos y simpatía a esta formación.
El sesgo también se refleja en los usos
lingüísticos de los entrevistados: mientras la mayoría de ciudadanos
en Cataluña tienen de lengua propia el español, en la muestra del gobierno
autonómico la mayoría tienen como tal el catalán. Este sesgo tiene una gran
importancia demoscópica ya que, como los datos de las propias encuestas del
gobierno catalán revelan, los castellanohablantes en Cataluña son claramente
contrarios a una hipotética secesión.
También se refleja el sesgo en las
preferencias de los entrevistados en materia de medios de comunicación. Un
porcentaje abrumador de más del 40% de los entrevistados por el gobierno
catalán es espectador de TV3, la cadena autonómica catalana, cuando su
cuota real de audiencia es muy inferior.
Una muestra sesgada como la utilizada por el
gobierno catalán, si no se corrige su desviación, conduce obviamente a un resultado
sesgado. Así, por ejemplo, el supuesto 46.7% de catalanes que, según
la encuesta, dan su apoyo a una hipotética secesión, estaría claramente inflado
al partir de una muestra con una notable desviación hacia posiciones
nacionalistas que en ningún momento es corregida por el gobierno catalán para
ofrecer ese dato.
Creemos que el gobierno catalán está
utilizando, en base a discutibles técnicas estadísticas, los sondeos de opinión
como herramienta
de propaganda de sus ideas políticas, haciendo creer a la opinión
pública que un porcentaje de catalanes superior al real sigue sus consignas ideológicas.
Más información en el dossier de prensa que puede descargarse aquí