Las 10 mentiras de la inmersión

La inmersión lingüística en Cataluña es sin lugar a dudas uno de los pilares fundamentales del nacionalismo catalán y alrededor de ella sus defensores han establecido un discurso lleno de tópicos y frases hechas.

Por ello Convivencia Cívica Catalana realizó hace unos meses un documento, titulado “Las 10 mentiras de la inmersión”, que rebate los tópicos tan repetidos sobre la inmersión y que cobra de nuevo vigencia ante la reciente polémica lingüística en el ámbito de la educación.

Con la inmersión ni los alumnos consiguen el mismo nivel de lengua española que en el resto de España ni se favorece la integración de los inmigrantes. Por el contrario, la obsesión por la enseñanza sólo en catalán es un obstáculo para la integración de muchos inmigrantes.

La inmersión no es un modelo de cohesión sino de exclusión lingüística y perjudica a los alumnos castellanohablantes y también a los catalanohablantes.

Tampoco está avalado por Europa ni es un modelo de éxito, sino de elevado fracaso escolar.

Cabe subrayar que la característica fundamental de la inmersión es la exclusión de la lengua española. Parece evidente que de lo que se trata es que los niños perciban que la lengua española es ajena y extraña a Cataluña y por ello se enseña con la misma dedicación y número de horas que las dedicadas al francés o al inglés, es decir, como una lengua extranjera.

“Las 10 mentiras de la inmersión” es un documento que te puedes descargar aquí y te será de utilidad para rebatir los numerosos falsos tópicos sobre este tema.

Convivencia Cívica Catalana defiende algo tan elemental como que a una sociedad bilingüe le corresponde por lógica, por sentido común y por respeto a todos, una escuela también bilingüe. 

Por ello, estaremos siempre en contra de un modelo de enseñanza únicamente en catalán y que trata la lengua de la mitad de la sociedad como una lengua extranjera en las escuelas.