Análisis de la competitividad de Cataluña

La Comisión Europea sitúa a Cataluña entre las regiones con mejores infraestructuras (viarias, ferroviarias y aeroportuarias) de Europa con una puntuación de 127 referida a un promedio de las regiones europeas de 100. Por encima, por ejemplo, de todas las regiones de Austria, Dinamarca y Finlandia. Así se desprende del Índice de Competitividad Regional de la UE, presentado recientemente y cuyos datos han sido analizados por Convivencia Cívica Catalana.

Desglosadas por tipología, en cuanto a vías de alta capacidad para vehículos (autopistas y autovías), Cataluña supera el promedio de la UE con una puntuación de 101 sobre 100, situándose por encima de varias regiones inglesas, holandesas o francesas como las cercanas de Languedoc-Rosellón (97) y Provenza-Alpes-Costa (93).

En el caso de las infraestructuras ferroviarias, la UE puntúa a Cataluña con un 121 sobre un índice europeo de 100, por encima de regiones alemanas como Baviera (120) u holandesas como Groningen (110).

Por lo que respecta a infraestructuras aeroportuarias, la UE sitúa a Cataluña con un nivel de 145 sobre un promedio de las regiones europeas de 100, valorando a los aeropuertos catalanes por encima, por ejemplo, de los de regiones capitales como Estocolmo (144), Copenhague (142), Berlín (126) o Viena (122).

En su informe sobre competitividad, la Comisión Europea valora también a las instituciones de las diferentes regiones europeas, otorgando a las catalanas una puntuación de 78 sobre un promedio de las regiones de la UE de 100. Ello sitúa a las instituciones catalanas en el tercio inferior europeo en el indicador institucional.

Se trata ciertamente de valores bajos para una región con un cierto nivel de desarrollo. Por ejemplo, la Comisión Europea valora a las instituciones de Cataluña con una nota inferior a las de todas las regiones de Portugal, algunos países de la Europa del Este o territorios de ultramar como la Guayana francesa. La Comisión Europea ha evaluado a nivel institucional tres aspectos: calidadcorrupción e imparcialidad. En los tres ámbitos, Cataluña obtiene peores puntuaciones que las medias española y europea.

Convivencia Cívica Catalana considera que la Comisión Europea desmonta el discurso victimista del nacionalismo catalán sobre falta de infraestructuras. Las deficiencias que puedan existir en la red de infraestructuras catalana –que muchas veces se amplifican para ser utilizadas con un evidente interés político- deben analizarse y resolverse pero, en general, las infraestructuras de Cataluña –más aún desde la incorporación del tren de alta velocidad que une a las cuatro capitales catalanas- se encuentran entre las más amplias, accesibles y desarrolladas de Europa, como pone de relieve la Comisión Europea.

El factor que lastra la competitividad de Cataluña no es, en todo caso, el nivel de unas infraestructuras que están por encima de la media de la UE sino la actuación de unas instituciones que están sensiblemente por debajo de la media europea. La inseguridad e incertidumbre política, la elevada percepción de corrupción en las instituciones catalanas derivada de escándalos como el 3% o el sectarismo político y la falta de imparcialidad en sus concesiones administrativas no son buenas tarjetas de presentación para la competitividad de Cataluña y no han pasado desapercibidas en Bruselas.

El dosier de prensa puede descargarse en este enlace.

Los inmigrantes en el sistema educativo de Cataluña

 http://files.convivenciacivica.org/Los inmigrantes en el sistema educativo de Cataluña.pdf


El sistema educativo de Cataluña presenta graves problemas y carencias en la integración del alumnado inmigrante.

En la última edición de PISA, el nivel de fracaso de los estudiantes inmigrantes en Cataluña (32%) triplicó al de sus compañeros autóctonos (11%).

Si se analizan las puntuaciones de PISA la diferencia de rendimiento entre alumnos inmigrantes y nativos en Cataluña es significativamente elevada -62 puntos-, notablemente superior a la media de la Unión Europea (38 puntos) y la media de España (42 puntos).  



Los 62 puntos en la escala de PISA equivalen aproximadamente a un retraso de 20 meses de escolarización de los alumnos inmigrantes respecto a los nativos en Cataluña, una diferencia que se reduce a 13 meses en el resto de España y a 12 meses en la UE.

Pero PISA no ha evaluado en su edición de 2015 tan solo resultados académicos sino también el nivel de integración de los alumnos en el sistema escolar. De acuerdo a los datos de la conocida evaluación internacional, el sistema educativo de Cataluña es el que consigue menos integración del alumnado inmigrante de todas las autonomías. Los alumnos inmigrantes en las aulas catalanas son los que se sienten menos ’integrados’ en su escuela, más 'aislados' del resto de estudiantes y más ‘incómodos y fuera de lugar’ en su centro de toda España.


Los alumnos inmigrantes de origen hispanoamericano se sienten particularmente descontentos en el sistema educativo catalán. Casi un 30% de alumnos inmigrantes de habla hispana afirman no sentirse en absoluto ‘integrados’ en la escuela en Cataluña, prácticamente el triple que en Madrid (11%). De hecho, Cataluña es la única comunidad autónoma de España donde los inmigrantes hispanoamericanos se sienten menos integrados en la escuela que los inmigrantes de lenguas extranjeras. Se trata de un hecho ciertamente insólito ya que –como es lógico- los inmigrantes que llegan a un territorio donde su lengua es la mayoritaria se suelen sentir más integrados que los que hablan lenguas foráneas.

Consideramos que la inmersión lingüística no es ajena a los malos resultados del alumnado inmigrante en Cataluña. En un sistema donde la única lengua vehicular admitida es el catalán, los niños inmigrantes, en su gran mayoría hispanohablantes (casi dos de cada tres en Cataluña), deben sumar en el proceso de aprendizaje a la dificultad propia de las materias una dificultad lingüística añadida: aprender en una lengua diferente. Creemos que la imposición del modelo monolingüe de la inmersión, con el catalán como única y exclusiva lengua vehicular en la escuela, constituye una barrera relevante a nivel pedagógico que los alumnos inmigrantes no encuentran en otras regiones de España, dificultando así su proceso de aprendizaje y también de integración escolar.

El dosier de prensa en español puede descargarse aquí.

English version can be downloaded here.
                               

La inversión en infraestructuras en Cataluña



http://files.convivenciacivica.org/Las inversiones en infraestructuras en Cataluña 2016.pdf


El gobierno central fue en 2016 la primera administración inversora en Cataluña, con un volumen destinado a infraestructuras de transporte de 295 millones de euros frente a los 122 millones invertidos por el ejecutivo autonómico.

En concreto, la administración central aumentó sus inversiones en 2016 en Cataluña en un 29% con respecto a 2015, pasando de 229 a 295 millones de euros. Por su parte, el gobierno autonómico catalán redujo el año pasado su cantidad invertida en un 18%, desde 149 a 122 millones. Así se desprende de las cifras de licitación publicadas por la patronal constructora SEOPAN.

La disminución de la inversión en infraestructuras por el gobierno de Puigdemont en su primer año de mandato ha agravado la apatía inversora mostrada por los sucesivos gobiernos catalanes en los últimos años. En conjunto, de 2011 a 2016, el gobierno autonómico catalán ha invertido en infraestructuras 103 euros por habitante, un 54% menos que los 225 euros por habitante invertidos de media por el resto de gobiernos autonómicos.

El déficit de inversión del gobierno catalán en infraestructuras se pone notablemente de relieve cuando se compara con su presupuesto autonómico. En los últimos seis años, de acuerdo a las cifras oficiales de licitación, el gobierno autonómico de Cataluña ha destinado a infraestructuras sólo el 0.4% de su presupuesto, el porcentaje más bajo de los 17 gobiernos autonómicos de España, menos de la mitad que la media autonómica (1.03%).

A nivel de valoración, Convivencia Cívica Catalana considera que estas cifras deben ser motivo de reflexión para el ejecutivo autonómico catalán. No deja de ser sorprendente -y escasamente coherente- que el gobierno autonómico que menos invierte en infraestructuras de España exija continuamente inversiones a otras administraciones.

La entidad lamenta que el ejecutivo autonómico catalán invierta en infraestructuras sustancialmente por debajo de la media del resto de gobiernos autonómicos -priorizando quizás otros gastos más identitarios- y le apela a elevar su volumen de inversión, al menos al mismo nivel que el del gobierno central en Cataluña.

El dosier de prensa del informe puede descargarse aquí.