Padres de 60 centros educativos solicitan enseñanza bilingüe en Cataluña

Como es sabido, la Justicia dio la pasada semana un paso adelante a favor del bilingüismo en las escuelas de Cataluña. Las resoluciones hacían posible que a partir de ahora todos los padres que en Cataluña soliciten una educación bilingüe para sus hijos reciban como mínimo el 25% de la enseñanza en español. 
Desde entonces son numerosos los padres de toda Cataluña que se han puesto en contacto con Convivencia Cívica Catalana, entidad defensora del bilingüismo, para informarse y conseguir que sus hijos puedan recibir una enseñanza bilingüe.
Fruto de ese interés, Convivencia Cívica Catalana ya ha presentado las solicitudes correspondientes a padres de más de 60 centros educativos de Cataluña que se han unido para acogerse a esa enseñanza bilingüe y a ese 25% de enseñanza en español en sus colegios.
Las solicitudes corresponden a alumnos que cursan sus estudios en centros escolares situados en localidades distribuidas por toda la geografía de Cataluña, entre las que destacan Barcelona, Badalona, Hospitalet, Cornellá, Esplugas, Granollers, S. Cugat del Vallés, Tarragona, Gerona, Valls, Vic, Montgat, Sitges, Igualada, Tarrasa y Sabadell.
Convivencia Cívica Catalana recuerda que, con estas solicitudes, son ya más de 1.300 las familias que han reclamado a través de la entidad una enseñanza bilingüe para sus hijos a la Consejería de Educación. La asociación considera que a partir de ahora se va a producir un goteo permanente de solicitudes de padres que quieren que sus hijos puedan aprender en las dos lenguas y no únicamente en catalán
Convivencia Cívica Catalana recuerda que la mayoría de padres en Cataluña quieren una enseñanza bilingüe para sus hijos, según encuestas de organismos públicos.   
Lamentamos la obsesión del nacionalismo en Cataluña por arrinconar y excluir de las escuelas a la lengua que habla la mitad de la sociedad, oponiéndose incluso a ese exiguo porcentaje del 25%.
Una vez más apelamos al gobierno autonómico catalán a abandonar su intolerancia nacionalista y su modelo monolingüe para sustituirlo por un sistema bilingüe, que respete el derecho a decidir de los padres y la realidad bilingüe de nuestra sociedad.