Cataluña es la comunidad autónoma que recibe más recursos del
modelo de financiación autonómica, con 20.134 millones de euros. Le siguen Andalucía con 19.680 millones, la Comunidad de Madrid con 15.000 millones y la Comunidad
Valenciana con 11.248
millones. Así se desprende de los resultados definitivos del sistema de
financiación autonómica correspondiente a 2015, dados a conocer por el
Ministerio de Hacienda y Función Pública en este mes de julio.
En términos per cápita, ocho comunidades autónomas reciben recursos del sistema por habitante superiores a la media (Cantabria, La Rioja, Aragón, Extremadura, Galicia, Castilla y León, Asturias y Cataluña) mientras que otras siete (Castilla La Mancha, Baleares, Andalucía, Madrid, Canarias, Comunidad Valenciana y Murcia) se sitúan por debajo de ella.
Sólo dos autonomías son contribuyentes netas al sistema: la Comunidad de Madrid y Baleares. El resto de comunidades reciben del sistema una contribución positiva. Los resultados del vigente modelo de financiación autonómica, cuya negociación tuvo lugar en 2009 por el gobierno de Zapatero con el entonces tripartito catalán, muestran un cierto sesgo positivo hacia Cataluña en detrimento de otras autonomías como Madrid o Murcia.
El análisis realizado por Convivencia Cívica pone especial énfasis en un aspecto poco conocido: el modelo actual de financiación autonómica establece un plus de financiación para las autonomías con una lengua cooficial. Se trata de un aspecto ciertamente llamativo y que algunos analistas consideran hasta cierto punto discriminatorio. En concreto, debido a las negociaciones con ERC se incluyó en el sistema de financiación autonómica una partida de más de 230 millones de euros de financiación extra para las autonomías bilingües. El supuesto objetivo era coadyuvar a la ‘normalización lingüística’. El gobierno de Cataluña ingresa la mayor parte de esta financiación extra anual, con el 41% del dinero repartido, seguido por el valenciano con un 26% del total.
Convivencia Cívica Catalana considera a nivel global que el sistema actual de financiación autonómica es un modelo complejo, con un elevado grado de arbitrariedad en la distribución de los recursos entre autonomías y en el que no se incentiva la responsabilidad en el ejercicio del gasto autonómico.
Con vistas a la revisión del modelo de financiación autonómica, que debería llevarse a cabo próximamente, se propone un sistema cohesionador con visión de Estado, despolitizado, que asegure el buen uso del dinero recibido, favorezca la racionalización y la austeridad en el gasto y converja hacia un modelo único para todas las autonomías, incluyendo al País Vasco y Navarra.
En términos per cápita, ocho comunidades autónomas reciben recursos del sistema por habitante superiores a la media (Cantabria, La Rioja, Aragón, Extremadura, Galicia, Castilla y León, Asturias y Cataluña) mientras que otras siete (Castilla La Mancha, Baleares, Andalucía, Madrid, Canarias, Comunidad Valenciana y Murcia) se sitúan por debajo de ella.
Sólo dos autonomías son contribuyentes netas al sistema: la Comunidad de Madrid y Baleares. El resto de comunidades reciben del sistema una contribución positiva. Los resultados del vigente modelo de financiación autonómica, cuya negociación tuvo lugar en 2009 por el gobierno de Zapatero con el entonces tripartito catalán, muestran un cierto sesgo positivo hacia Cataluña en detrimento de otras autonomías como Madrid o Murcia.
El análisis realizado por Convivencia Cívica pone especial énfasis en un aspecto poco conocido: el modelo actual de financiación autonómica establece un plus de financiación para las autonomías con una lengua cooficial. Se trata de un aspecto ciertamente llamativo y que algunos analistas consideran hasta cierto punto discriminatorio. En concreto, debido a las negociaciones con ERC se incluyó en el sistema de financiación autonómica una partida de más de 230 millones de euros de financiación extra para las autonomías bilingües. El supuesto objetivo era coadyuvar a la ‘normalización lingüística’. El gobierno de Cataluña ingresa la mayor parte de esta financiación extra anual, con el 41% del dinero repartido, seguido por el valenciano con un 26% del total.
Convivencia Cívica Catalana considera a nivel global que el sistema actual de financiación autonómica es un modelo complejo, con un elevado grado de arbitrariedad en la distribución de los recursos entre autonomías y en el que no se incentiva la responsabilidad en el ejercicio del gasto autonómico.
Con vistas a la revisión del modelo de financiación autonómica, que debería llevarse a cabo próximamente, se propone un sistema cohesionador con visión de Estado, despolitizado, que asegure el buen uso del dinero recibido, favorezca la racionalización y la austeridad en el gasto y converja hacia un modelo único para todas las autonomías, incluyendo al País Vasco y Navarra.
Más información sobre todo ello puede consultarse en el dosier de prensa en este enlace.