En
Cataluña el fracaso escolar de los estudiantes
castellanohablantes es el doble que el de los catalanohablantes. Es una de las
principales conclusiones del análisis de los datos del alumnado catalán en la
última edición de PISA.
Así, un 20.3% de
los alumnos castellanohablantes no consiguieron superar el nivel mínimo de PISA
2015 en matemáticas, más del doble que el 10.1% de catalanohablantes en esa
misma situación.
El peor
rendimiento académico de los alumnos castellanohablantes respecto a los
catalanohablantes en Cataluña se constata en todas las materias evaluadas por
PISA y en ambos sexos: tanto en chicos como en chicas.
El estudio
constata además que los estudiantes
castellanohablantes en Cataluña muestran un fracaso un 50% superior al de
los castellanohablantes en Navarra, Aragón o Madrid, autonomías con
similar nivel de desarrollo que la catalana donde tienen la posibilidad de
estudiar en su lengua materna.
A la vista de
estas cifras, Convivencia Cívica Catalana considera que no es exagerado hablar
de que en el sistema educativo catalán se está produciendo una auténtica ‘escabechina’ de los
alumnos castellanohablantes silenciada por el gobierno catalán que se niega
a publicar puntuaciones o ratios de fracaso de los alumnos castellanohablantes
en las evaluaciones que efectúa.
PISA 2015 también
permite constatar que Cataluña es la comunidad
autónoma de España donde los alumnos castellanohablantes se sienten menos integrados en la escuela. Un 21.3% de
estudiantes castellanohablantes en Cataluña reconocen en el cuestionario de
PISA no sentirse integrados, un porcentaje que duplica al de los alumnos
castellanohablantes en comunidades como Madrid (9.9%).
Convivencia Cívica
Catalana considera que el sistema de la inmersión
lingüística no es ajeno a los malos resultados de los alumnos
castellanohablantes y a su bajo nivel de integración escolar en las escuelas
catalanas. En un sistema donde la única lengua vehicular admitida es el
catalán, los alumnos catalanohablantes juegan con ventaja: la enseñanza es en
su propia lengua, en aquella que más dominan, mientras los niños
castellanohablantes deben sumar en el proceso de aprendizaje a la dificultad
propia de las materias una dificultad lingüística añadida.
Los resultados de
PISA demuestran que el actual sistema de la inmersión lingüística en Cataluña
está creando una importante fractura y desigualdad
educativa: los que hablan una lengua oficial fracasan el doble que los
que hablan la otra lengua oficial, perjudicando a aquellos que no tienen la
posibilidad de aprender en su lengua propia.
El dosier de
prensa del estudio puede descargarse en este enlace.